A lo largo de la literatura, en este caso fantástica, distintos entornos pueden ambientar las más diversas historias. Estos lugares, cargados de poderosas influencias de la mitología, la misma historia o simplemente fruto de la fértil imaginación del escritor, son aquellos que nos quedan en el recuerdo en cuanto acabamos esas páginas que nos han acompañado durante todo el tiempo que nos durara su lectura. Es lo que nos hace sonreír o relacionar ciertos hechos en nuestra cabeza cuando vemos algo en concreto que nos pueda recordar algún pasaje o simplemente la descripción de alguno de sus personajes. ¿Quién no sabe en qué ambiente está inspirada la novela de Alicia en el País de las Maravillas?
En este caso me gustaría hablaros un poco sobre la ambientación existente en el libro A Punta de Espada, obra escrita de mano de Ellen Kushner. Digamos que si pudiéramos comparar en la actualidad alguna novela con el estilo que tenía el famoso Alejandro Dumas cuando escribió sus “Tres Mosqueteros”, Kushner sería un gran ejemplo para ello. Innovando en la literatura fantástica evitando los tópicos, recurriría a una ambientación propia del siglo XVIII en la época de los “Luises” en Francia. La moda, la música, las intrigas palaciegas y todo este ambiente que tan familiar nos es a todos, estará presente a lo largo de toda la novela.
La acción transcurrirá en una ciudad a la que, de manera intencionada, la autora no quiso poner nombre alguno. Lugar que se divide en dos partes bien diferenciadas: La Colina, plagada de palacetes, casas señoriales y de todos aquellos que pertenecen a la aristocracia, y La Ribera, el lugar donde vive el pueblo llano, las prostitutas, a las que los nobles acuden de incógnito para satisfacer sus más bajos deseos y por supuesto, el lugar en el que habitan todos los espadachines, sus maestros, y cómo no, algunos de los estudiantes que más se dedican a malvivir en las tabernas que no a estudiar en la Universidad.
Siguiendo la norma que regía los gremios durante el siglo XVIII, todo espadachín que se preciase debía de estar instruido por otro espadachín con buena fama y con un gran historial de muertes a sus espaldas. En este caso, ni los cortejos ni las intrigas tenían mucho que opinar cuando los aceros se cruzaban para, normalmente, defender el honor de tal o cual noble. No obstante, el tono en el que esta novela está redactada, como bien he indicado al inicio, nos recuerda a los escritos que por aquel entonces realizaban autores como Alejandro Dumas. Este, al igual que Ellen Kushner, no se dedicaba a trasladar al papel los enfrentamientos de sus mosqueteros o de los secuaces del Cardenal Richelieu. En concreto, la narración de A Punta de Espada responde, como bien se puede ver en su subtítulo, a “un melodrama de costumbres", también llamado mannerpunk, subgénero que la autora rescatará para darle matices hasta ahora inimaginables.

En cuanto a la novela, considero que está destinada a todos aquellos románticos enamorados de la literatura en la que se le daba una importancia especial a la relación de los personajes con su entorno, ya sea con la sociedad, la moda, la religión o la cultura. La misma relación que tendrán los protagonistas con sus seres más cercanos será lo más “activo” que se podrá leer en una novela que siga los patrones del subgénero que antes mencioné.
Si lo que quieres es vivir una aventura cargada de epicidad, cargada de acción, con poderosos magos en sus altas torres, esta novela no responde a la norma “espada y brujería”, sino que se acoge a los valores más básicos y puristas del auténtico género de la “capa y espada”. Si queréis seguir leyendo libros de esta autora, tenéis a vuestra disposición en la misma editorial, en este caso Bibliópolis, el segundo volumen llamado El Privilegio de la Espada y el que completará la trilogía con La Caída de los Reyes (escrito junto a Delia Sherman).
2 comentarios
Para mí esta es totalmente recomendable, la pluma de Kushner es fantástica y guardo un muy grato recuerdo tanto de esta como de la siguiente. Además hay determinados temas que están escritos con tal naturalidad que da gusto leer.
A mi me llama bastante la atención, cómo no, me atraen este tipo de historias de capa y espada con toques fantásticos.
Como tenemos el primer volumen por aquí, algún día tendré que leérmelo.
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.