El Aliento de las Tinieblas – Karen Chance

Título original: Touch the Dark.
Edición: 288 págs. La Factoría de Ideas/DeBolsillo, septiembre 2012.
Precio: 9,95 €.
Disponible en ebook: Sí.
Traducción: Roberto Gelado Marcos.
Temática: Paranormal, fantasía, romántica.
Correlación: Primera entrega de las aventuras de Cassandra Palmer.

Muchos son los títulos de fantasía urbana y/o romántica paranormal que pueblan en la actualidad las estanterías de las librerías, pese a que el género lleve ya en alza unos cuantos años. Una buena muestra de ello son los libros de la estadounidense Karen Chance, más concretamente los protagonizados por la vidente Cassandra Palmer, que resultan ser todo un éxito de ventas fuera de nuestras fronteras. Combina ciertas alusiones o referencias a la fantasía tradicional como elfos, hadas o magos, pero en un ambiente poblado por vampiros, fantasmas y otros seres sobrenaturales o fantásticos. Habiendo sido el primer libro de esta temática (romántica paranormal) que ha podido caer en mis manos, pero no el único al haber probado fortuna con su continuación, La Llamada de las Sombras, debo dejar claro que dicha opinión no ha tenido influencia ninguna en cuanto a los referentes utilizados o la temática, dejando de lado cualquier tipo de prejuicio a la hora de afrontar una obra lo más objetivamente posible.

Comenzando la lectura de El Aliento de las Tinieblas, hemos de decir que la autora nos emplaza directamente en el meollo de la acción, en el momento en que Cassandra "Cassie" Palmer contempla en la pantalla de su ordenador una poco halagüeña y misteriosa esquela de muerte. A raíz de ese instante se suceden las persecuciones y tomas de contacto con lo que serán los personajes principales de la novela. Personajes que hacen avanzar la trama en todo su conjunto y que sin ellos dicha trama no avanzaría un ápice al girar en torno a sus bien definidas personalidades y evidentes características, tanto físicas como mentales.


Todos esos personajes pertenecen a la comunidad sobrenatural de la que el personaje de Cassie no es más que un espectador, aunque de vez en ocasiones tenga trato con ellos. De esta manera, la autora nos va introduciendo poco a poco en la historia que hay detrás de la novela, añadiendo un elemento aquí, otro allá, para conformar una ambientación sólida en la que situar las aventuras de la protagonista. Si bien hay que decir que al principio se presta un poco a confusión porque da la sensación de que debería haber una novela previa a esta al darnos detalles de acontecimientos previos tales como el intento de asesinato del dueño y patrón de Cassie, Tony (asesinato en sentido metafórico, porque ya está muerto), o la manera en que la protagonista cuenta esos momentos. Pero al fin y al cabo no es más que una manera de atrapar al lector de una forma rápida.

Dicho esto, uno de los puntos fuertes de esta primera novela de la serie es su ambientación. Como bien indica el género al que pertenece, estamos ante una historia de fantasía urbana en el que tiene cabida el romance y lo paranormal, aunque la temática urbana es relegada aquí a un segundo plano pues hace mucho más hincapié en los sentimientos y relaciones de Cassie con algunos de los personajes que la acompañan (casi todos ellos vampiros de muy bien ver). A eso le sumamos el hecho de que nuestra protagonista tiene visiones de tiempos que han pasado o están por venir, aparte de que puede comunicarse con los fantasmas, especialmente con Billy, uno de esos fantasmas terriblemente locuaces que, aparte de amargarle la existencia e inmiscuirse en su vida privada –está ligado a un colgante que la chica posee–, colabora eventualmente con ella.

Todas estas premisas están relacionadas con escenarios más propios de la fantasía urbana, que van desde un Senado vampírico desde el que se decide el devenir de la comunidad sobrenatural, pasando por un desolado y rojizo paraje desértico que le rodea, hasta un lujoso club de varias plantas cuyo tema central son los nueve infiernos de La Divina Comedia de Dante Alighieri. Todo un sinfín de escenarios por el que pasan y se citan criaturas tales como hadas, sátiros, licántropos, vampiros, magos y fantasmas, quienes viven en perfecta armonía con nosotros. Todas estas criaturas no tienen porqué aparecer en la novela, pero se citan en muchas de las ocasiones, permitiéndonos darnos cuenta de que detrás de todo esto se esconde un universo mucho más amplio y rico, en el que tienen cabida varias dimensiones como por ejemplo el Reino Mágico, poblado por hadas, elfos, dragones y trolls.

Esta mezcolanza de elementos propician un buen entorno de fantasía ubicada en tiempos actuales, cuestión a la que se termina acostumbrando uno a las pocas páginas, aparte de resultar un cóctel muy atractivo y un ejercicio literario divertido por las referencias. Sin embargo, en el plano negativo la novela no es perfecta ni mucho menos y se deja notar sobre todo en el aire de confusión que rodea al texto en muchas de las ocasiones, no dejando claro a quién se refiere cierto diálogo, a quién va dirigida cierta acción, o simplemente algunos elementos de carácter temporal que nos marearán como lector en bastantes ocasiones, cosa que se soluciona poniendo un poco más de imaginación por nuestra parte o simplemente releyendo el párrafo varias veces. En cuanto a la protagonista principal, podría habérsele dotado de una personalidad más fuerte y de unos diálogos más profundos. Sinceramente, los personajes que la rodean están mejor construidos y tienen más tablas que ella en ese aspecto: no son solamente unas figuras de aspecto humano de las que enamorarse y sentir atracción.


Como detalle curioso, la autora se ha tomado la molestia de incluir montones de personajes históricos de renombre, incluso alguno que otro de la literatura, así como algunas referencias mitológicas (por e.j., el nombre de Cassandra). Es de destacar, por otro lado, la multitud de referencias eróticas en este tipo de novelas, donde El Aliento de las Tinieblas no es una excepción, apareciendo criaturas tales como sátiros o vampiros. Es común en la tradición el que los humanos se vean atraídos en mayor o menos medida hacia el ser vampírico por excelencia, así se ha visto en muchas obras conocidas como el Drácula de Bram Stoker. Son muchos los momentos en los que el erotismo toma protagonismo (la alusión a la potencia de los sátiros, por poner un ejemplo), explotando en ocasiones en varias escenas subidas de tono con mucha carga sexual explícita. Una constante que sé que se repite en otras obras diversas como pueden ser los libros protagonizados por Anita Blake, otro personaje similar de la fantasía urbana.

En conclusión, Karen Chance logra con esta novela la función de entretener, de hacer partícipe al lector de un rico universo mágico tejido en torno al nuestro, más mundano. Fantasía, romance, erotismo y algo de sexo son las claves para descubrir los libros de Cassandra Palmer, sea en el ámbito del género fantástico o en el de la literatura vampírica en general. Entretenimiento sin complicaciones literarias de ningún tipo. Su continuación, La Llamada de las Sombras, promete más toques sobrenaturales, fantasía y una búsqueda de un tomo mágico importante que tiene que ver con el poderoso y acestral mago de la mitología artúrica, Merlín.

por Loren Sparrow septiembre 07, 2012