No es la primera incursión de Terry Pratchett en la literatura juvenil, como tampoco ha sido ni mucho menos la última, lo demuestran sus diversos trabajos en este aspecto, como la inédita The Carpet People (1971, revisión en 1992), la trilogía de Johnny Maxwell, o la reciente incorporación a la serie de la bruja Tiffany Dolorido con I Shall Wear Midnight. Tampoco es la primera novela juvenil del Mundodisco que se traduce en nuestro país, pues la pionera fue Los Pequeños Hombres Libres en Toro Mítico, y que ahora Plaza & Janés se marca un tanto al traer por fin esta pequeña joya del Maestro del Sombrero entre las filas del catálogo de literatura fantástica, tras diez años desde que se publicó en el Reino Unido. Mientras tanto ha dado tiempo a que su autor gane una Medalla Carnegie por esta contribución a la literatura para jóvenes, algo totalmente merecido.
El título que ahora nos ocupa, El Asombroso Mauricio y sus Roedores Sabios, es una versión diferente del popular cuento del flautista y las ratas. Como todo lo que Pratchett toca, el tradicional prólogo, nudo y desenlace del famoso cuento de los Hermanos Grimm se convierte en algo fresco y novedoso, no podía ser menos dados los precedentes del autor. Sí, están los típicos elementos que todo tipo de cuento de hadas debe tener, y por supuesto no faltan ni las ratas ni el flautista. ¿Pero qué hay de nuevo en todo esto? Pues que las ratas y el niño trabajan en colaboración con un gato con buena mano para los negocios que, al igual que las ratas, tuvo a bien un día la capacidad de hablar, de pensar cosas más allá del “perseguir” y “comer”, e incluso razonar, teniendo constancia de sí mismo en el mundo, y por qué no... sacar provecho de él. Las ratas se llaman a sí mismas los Transformados, y por ese motivo el cuento se convierte en algo muy especial por los pensamientos y actitudes de estas ratas, el gato y los humanos, que irán desarrollándose en la trama. Una trama, que por cierto, tiene ciertos tintes oscuros. Pratchett no escatima en los detalles escabrosos que realzan el conjunto (el peligro de ser una rata está a la orden del día), diferenciándolo de cualquier novela típica al uso dentro de este género. Hasta hace que alguno de sus protagonistas (Malicia), hable de los cuentos de hadas, y si estamos dentro de uno, aunque sea atípico, eso es perfectamente un ejemplo de metaliteratura, precisamente uno de los alicientes que más me gusta encontrar en según qué novelas.
Como curiosidad, resulta evidente el paralelismo entre las obras del autor como es el de ofrecer personajes diminutos que trabajan en función del argumento. Lo hizo en su trilogía de “El Éxodo de los Gnomos” (otra obra excelente desde mi punto de vista), también en The Carpet People (una aventura de fantasía épica pero con gente pequeña), también en la serie de Tiffany Dolorido, y también en El Asombroso Mauricio y sus Roedores Sabios, pues las ratas toman un papel verdaderamente importante; el libro nos habla de estos roedores, su punto de vista ahora que pueden hablar y pensar de manera individual, así como su visión de la gente grande, algo que también ocurría en “El Éxodo de los Gnomos”.
2 comentarios
Lo cierto es que a mi las obras que hablan de "personajes diminutos" siempre me ha resultado graciosa y no solo eso, sino que en muchas ocasiones se utilizan como excusa y medio para realizar las mejores y más grandes hazañas. ^^
A ver si me animo pronto y me lo leo porque lo cierto es que tiene muy buena pinta y si no hay que leerse nada anterior, pues mejor que mejor.
Otro título que va a la lista ... ¡Me encanta Prachett! No me cansó de leerlo y eso que estoy empezando a desentrañar Mundodisco
Hace mucho tiempo que no oyes el suave sonido de la pluma rasgando el pergamino, así que busca en la estantería más cercana y recita los versos apropiados, pero sé cuidadoso o terminarás en la sección prohibida. ¡Por Crom! Los dioses del acero te lo agradecerán.